martes

no tiene por motivo este escrito el recuerdo, ni hay ningún motivo enrealidad

Recibí un día un libro de regalo. 
Lo comencé a leer y el mismo día de pajarona lo presté. 
Pasó más de un año y un día apareció el señor Redoles, así nada más, en mi lugar de trabajo. al sentir la posibilidad inminente de recuperar dicho libro, no perdí ni un segundo y fui a interceptarlo, le recordé: se acuerda usted (o más bien) te acordai tu de un libro de una tal banana japonesa, que escribió una cocina. Un libro que se llama kitchen y que lo escribió una japonesa que se llama banana que te presté hace un año o más? 
Se acordaba. 
Me contó que el libro se había multiplicado por tres, por ahí lo habían leído más personas y lo habían disfrutado tanto que pensé que no me importaba total ya lo había dado por perdido. pero al ratito después me llegó una nueva cocina, la mía había sido prestada y jamas devuelta (le incluía tango de mauricio redoles la maravillosa devolución) 
no me podía imaginar, todo lo que a ese libro aún le faltaba por viajar... solo diré que tiempo después se prestó y no regresó. 




1 Comentarios:

Blogger mauricio dijo...

Es como el amor, dejar que el objeto que nos "enamoró" siga su curso. No es fácil, porque uno extraña, uno no quiere que el objeto amado se desaparezca así como así. Entonces fue Redolés el vehículo, para que te reencontraras con el libro, pero ese libro quería seguir viajando, ahora siento que estás más preparada para ese nuevo viaje de ese tu amado libro

saludos, me gustó tu blog.
si me buscas en face, puedes buscarme como "gato estepario", hay una foto de un sujeto en una silla de dentista con una mascarilla...ese fue el aviso farandulero de esto....pero no puedo evitar la tentación de relacionarme con mujeres que escriben, especialmente cuando escriben bien..

7/27/2011 2:45 p. m.  

Publicar un comentario

<< Página Principal